"Consejos desde la experiencia para mamás inquietas que se preguntan cómo alimentar a su bebé sin morir en el intento"

miércoles, 16 de abril de 2014

Máxima 15: Mi bebé seguirá estando bien aunque yo me reincorpore a trabajar



     Lo peor de reincorporarse al trabajo es el día anterior. Lo comprobé con mi hija pequeña aquel domingo en el que acababa mi baja maternal y a la mañana siguiente tenía que separarme de ella. Pensé que no sobreviviría a ese trauma. Ni ella ni yo. Pero al volver a casa me di cuenta de que había dormido (poco), había comido (poco) y, además, sonreía (mucho). Está claro que yo lo llevaba peor. 
     Tenemos la suerte de que su padre se queda con ella cuando yo trabajo, y yo me quedo con ella cuando él trabaja, así que los primeros meses no hemos tenido necesidad de sacarla de casa. Sin embargo, si la llevásemos a una guardería o la cuidase otra persona, la mecánica sería más o menos la misma: yo dejo preparada su comida, sus pañales, su ropita y estoy al otro lado del teléfono presta a salir corriendo si hace falta (cosa que hasta ahora no ha hecho falta, afortunadamente).
     La primera semana nos costó que comiese lo que yo le dejaba en la nevera, era capaz de esperar cuatro, seis y hasta ocho horas sin apenas probar bocado con tal de esperarme. Consulté a varios profesionales sobre este tema y todos coincidieron en que era normal, y que "no pasaba nada". Tan pronto yo llegaba a casa ella se enganchaba al pecho como si no hubiese un mañana, así, comía todo lo que no había comido en mi ausencia, y "tomaba previsiones", para el día siguiente. 
     La situación duró unos días. Era cuestión de adaptarnos. Poco a poco se fue dando cuenta de que mamá volvía, por lo que cada vez iba confiando más en papá y comiendo con él aquello que yo le dejaba preparado. La clave está en no desesperarnos.
     Tampoco es necesario "adelantarnos" a la separación. Todo tiene su tiempo. No tiene sentido comenzar a darle biberón u otros alimentos unas semanas antes por el simple hecho de que "el mes que viene me voy a reincorporar al trabajo". Es como si nosotras, estando de baja, fuésemos cada día al trabajo para "irnos acostumbrando". Si estamos amamantando, con sacarnos la leche y dejarla lista para sus tomas, es suficiente. No tiene mucho misterio, porque "mi bebé seguirá estando bien aunque yo me reincorpore a trabajar". La vida sigue, y si esa transición la hacemos de forma pausada, tranquila y a su debido tiempo, en vez de traumática, será feliz.  
           

2 comentarios:

  1. Bueno, es una experiencia compartida y que nos prepara frente a un hecho. Qué pasará cuando mamá se vaya a trabajar?

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  2. Así es Josefa, es una experiencia compartida que debemos, como tú dices, afrontar como un hecho. Al final llega, y lo que debemos hacer es que sea de la manera más feliz posible.

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