Cuando mi bebé y yo
comenzamos la alimentación complementaria me topé con una duda importante: ¿papilla o comida
a trozos? Y es que últimamente la corriente Baby-led weaning (alimentación
complementaria a demanda o dirigida por el bebé) está ganando mucho terreno, pero
no deja de ser una corriente, tan válida como cualquier otra, de la que podemos
aprender y adaptar a nuestras circunstancias. Porque no todo en la vida es
blanco o negro. En los matices está la diferencia.
La OMS recomienda la lactancia
materna exclusiva hasta los 6 meses, fecha en la que podemos comenzar con la
alimentación complementaria. Pero ¿qué pasa si a esa edad nuestro bebé aun no
tiene dientes? (como es el caso de mi hija pequeña, que tiene 10 meses y aun no
tiene ni un solo diente). Pues pasa que, de buenas a primeras, se podría
atragantar, así de claro, amén de que si pretendo que obtenga todos los
nutrientes complementarios a la leche materna que ya va necesitando a base de
un trocito de manzana o dos granitos de arroz al día, mal vamos.
La naturaleza nos ha hecho
carnívoros, o sea, con dientes capaces de rasgar, cortar y triturar, pero mientras
no les tengamos, tampoco podremos hacerlo correctamente, así que si queremos comenzar
a alimentarnos a base de esa misma comida, alguien o algo tendrá que ayudarnos
a triturarla previamente. Sólo hay que ver cómo lo hacen las mamás de otros
mamíferos: le dan
a sus cachorros comida predigerida hasta que están preparados para triturarla y
digerirla ellos solitos. Si eso no es crianza natural, que baje Dios y lo vea. Entonces
¿por qué tenemos nosotros que darle trozos a nuestro cachorro antes de tiempo?
Dicen que los abuelos
son como los bebés, y no hay más que verles para saber cuan cierto es, en
muchos aspectos. ¿Le daríamos a nuestro abuelo sin dentadura un filete o un
trozo de manzana cuando tuviese hambre? La naturaleza es sabia, sólo hay que
prestarle atención y aplicar el sentido común, en éste y otros muchos aspectos
de la alimentación infantil, y la vida en general. Si a los abuelos les damos
papillas, batidos, gelatinas, yogures y comida blanda, ¿por qué vamos a darle a
nuestro bebé comida sólida, si en ningún caso hay dientes para rasgar, cortar y
procesar?
Así, siguiendo los dictámenes de la
naturaleza, el sentido común y, por supuesto, el calendario de introducción de
alimentos recomendado por la pediatra, he introducido yo la alimentación complementaria.
No todo tiene por qué ser papillas 100% o trozos 100%. Yo hago un
"mix": cuezo al vapor los alimentos que luego trituro (y que se come
encantada de la vida), y aparte, poco a poco, le voy introduciendo trocitos de
esos mismos alimentos y de los que nosotros comemos cuando todos nos sentamos a
la mesa.
Mi batidora permite triturarlos una,
dos, tres o mil veces, el resultado dependerá del tamaño que considero que mi
bebé ya está preparada para comer. Si aun no tiene dientes, podemos dejarlos tan
grandes y blandos como lo que somos capaces de deshacer entre la lengua y el
paladar. Cuando ya tenga dientes, igualmente nuestro instinto nos dirá qué
alimentos podrá morder o rasgar, y cuáles todavía no. Cada mamá sabe cuándo su cachorro está preparado para comer lo mismo que el resto de la manada. Está claro que el objetivo es normalizar su alimentación, pero ¿cuál es la prisa?
Poco a poco, he ido triturando
menos, e introduciendo más trocitos, con la certeza de que no se va a
atragantar, y de que está bien alimentada. Así, le he ido dando (siempre vigilándole):
galleta, pan, fruta, verdura cocida o algún otro alimento que puede sostener
con sus manos, con el consiguiente destrozo, reguero, manchones y restos por el
suelo (de eso se trata). La idea es que vaya reconociendo
sabores, texturas, olores, y desarrollando el gusto por unos y otros, mientras
continúa con su leche materna a demanda, por supuesto. Cuando saborea una
galleta o un trozo de manzana sonríe tanto, que con sólo verle te das cuenta
que es feliz. Lo mismo pasa con su papilla de ternera.
Me gusta tu reflexión, es verdad, la naturaleza es sabia.
ResponderEliminarYo soy partidaria de que coman en la mesa lo mismo que los papás, pero siempre le doy antes su puré, con lo que estoy tranquila si come más o menos trocitos
ResponderEliminarHola yo también tengo un post sobre este tema .Estoy totalmente deacuerdo , cada cual sabe las necesidades de sus hij@s y com tiene que enfocarlas.
ResponderEliminarQueridas mamabella y Regina, gracias por vuestros comentarios y aportaciones, son de gran ayuda a otras mamás.
ResponderEliminarQ bien explicado está!
ResponderEliminarYo con el mayor fui muy clásica y no conocía el BLW y pequé d tardía y con el pq quise anticiparme pero m pasaba como a vosotras, de todo a nada m parecia excesivo asiq como bien dices la naturaleza es sabia, yo le doy su pure o su pailla d cereales y lueg lo q nosotros comamos y como disfruta! xo x lo menos no m agobio si come2trocitos o 20 y no sé si era x hacerlo asi o xq simplemente es mas tragon xo come mas cantidad y mas variado el d10 meses q el d 3años... y a mis amigas les digo eso, les animo a q vayan haciendo sus propias mezclas!