Lo primero que comieron mis dos bebés, junto
a la leche materna, fue arroz. Sí, arroz, el mismo que comemos en casa pero
hecho papilla, claro. Mi hija pequeña lo hizo a los seis meses, y mi bebé mayor
a los cuatro, porque hace unos años la recomendación del pediatra era
introducir la alimentación complementaria a los cuatro meses. En ambos casos
fue de maravilla, porque el arroz es un cereal que contiene hidratos de
carbono, vitaminas y minerales fáciles de digerir, además, no es alergénico
porque no contiene gluten.
En casa fue todo un acontecimiento, porque
era lo primero que mi bebé probaba además de mi leche. Y como tal nos
preparamos. Compramos varios biberones y una cucharita especial, para ver cómo se
lo comía mejor, pero al final no hizo falta nada de eso, porque apenas lo
probó. Fue una cuestión de constancia, al cabo de una semana ya se comía más de
dos cucharadas. Todo un logro. Lo importante es que lo saboree, y que comience
a darse cuenta de que hay otros alimentos además de la leche de mamá. La
paciencia es la clave. Y contrario a la leyenda de que “estriñe”, tampoco es
que coma tanta cantidad como para ello. Hasta introducir el siguiente alimento
dejé pasar unos 8 días, cuando estaba segura de que mi bebé era receptiva a
probar de aquello que yo le daba.
Para cocerle el arroz, yo pongo en el cazo una
medida de arroz por tres de agua, eso quiere decir que queda “caldoso”, de esta
manera podemos pasarlo por la batidora o bien triturarlo, según la consistencia
que queramos conseguir. No hay que echarle sal, ni azúcar. Para las primeras veces,
lo dejé especialmente batido, con la consistencia de una cremita para evitar el
reflejo de extrusión, que va perdiendo a partir de entonces. A los 10 meses ya se
lo trituro con un tenedor y también se lo echo a sus papillas de carne o pollo.
Forma parte indispensable de su dieta.
Otra opción es el cereal de arroz hidrolizado que
ofrecen muchas marcas. Es fácil de preparar porque se puede mezclar con agua,
con leche materna o con leche de fórmula, pero yo lo tengo como “opción de
emergencia”. No está de más tenerlo. Compré el de Nestlé: Nestum crema de arroz,
me pareció que era el mejor. Se supone que están meticulosamente fabricados
para hacer la papilla del bebé, pero siempre que puedo se lo hago de forma
natural, como lo hacía mi madre y mi abuela. Y tan feliz.
Así es como yo tenía pensado hacerlo! Me sirve dd ayuda ver que a ti te funciono. Gracias
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