Toda la vida he escuchado que la papaya
(lechosa, papayón, papayo, melón de
árbol o fruta bomba) es la mejor
fruta del mundo. Yo no diría tanto, pero estoy convencida de que está entre las
mejores, sin duda. Quizá influye el hecho de que provengo de un país tropical,
donde se usa en ensaladas, jugos, postres, tartas, como calmante de dolencias
estomacales, antiinflamatorio, cicatrizante… menos para hacerse un bolso, sirve
para casi todo. ¿Cómo no iba a servir entonces para dársela a los bebés como
primera fruta?
Fue el caso de mi
hija mayor. La primera vez que comió una fruta fue papaya, por recomendación
expresa de su pediatra. Y también fue el caso de mi segunda bebé, aunque nacida
en Europa, culturalmente no fuese la costumbre. Cuando se lo dije a su pediatra
puso cara de sorpresa, pero enseguida me dio su visto bueno. Lo único que dijo
fue: “pero es más cara”.
En España, la
variedad “papayón” es casi la mejor, porque es mucho más dulce que la papaya. Y
ciertamente es un poco más cara, pero lo que yo hago es comprarla entera,
pelarla y cortarla en trocitos que luego congelo, por raciones. Así la optimizo
al máximo, y no dejo perder ni un gramo.
La primera vez que
se la di a mi bebé fue a los seis meses de edad, justo después del arroz. Lo
hice cocida al vapor y pasada por la batidora tipo papilla, pero simplemente
porque como era la primera fruta, quería evitar que le sentase mal. Al cabo de
los días ya se la daba batida al natural, sin ninguna cocción. Lo único malo es
que mancha, así que hay que tener cuidado de ponerle un babero o lavar la
ropita inmediatamente.
Tiene propiedades nutritivas y un delicado
sabor, vitaminas B1, B2 y B3, todas del Complejo B que regulan el sistema
nervioso y el aparato digestivo; fortifican el músculo cardíaco; protegen la
piel y el cabello y son esenciales para el crecimiento. Contiene también
vitaminas A y C, es rica en minerales como Calcio, Fósforo, Magnesio, Hierro,
Azufre, Silicio, Sodio y Potasio. Su contenido en fibra mejora la digestión. Y lo mejor: es dulcita, lo cual le encanta a
mi bebé. Más adelante, cuando ya come otras frutas, podemos echar un trocito de
papayón como “endulzante natural”. Mejor, imposible.
Hola! Soy de Argentina, aquí se llama "mamón" creo la fruta, mi mamá solía tener una planta en el patio de casa, pero no sabía que tenía tantas propiedades, gracias por la info!
ResponderEliminarVoy a tenerla que probar, porque estoy oyendo últimamente muchos beneficios y ni siquiera yo la he probado
ResponderEliminarSabe riquísima, os lo prometo, y es maravillosa para la dieta tanto del niño como del adulto. Es dulcita, y alguna vez es aun más dulce. Para mí son todo beneficios.
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